La displasia de cadera en perros es una de las patologías que si se la previene o detecta a tiempo, podrás darle a tu perrete una buena calidad de vida.
Las veterinarias Julia Toscano UBA MN.9249, especialista en fisioterapia, y Lucía Demaldé UNRC MN. 9768, especialista en acupuntura, nos responden algunas de las dudas más frecuentes.
Tabla de contenido
La cadera es la articulación que une el fémur (cabeza) con el hueso de la pelvis (acetábulo).
Esta unión debe ser armoniosa y adecuada para el normal funcionamiento de la articulación.
Cuando hablamos de displasia de cadera esta armonía se pierde.
Displasia significa ‘malformación durante el desarrollo’. Es decir, la cadera no se desarrollará de forma natural a lo largo del crecimiento.
Es importante saber que en el nacimiento las caderas aparecen normales, ya que todavía están sin formarse.
De todas maneras, si el animal hereda los genes responsables del desarrollo anormal de la cadera, puede padecer displasia porque es una enfermedad hereditaria no congénita.
Por otro lado, esta enfermedad es crónica y progresiva. Esto quiere decir que el perro convivirá con ella durante toda la vida y su progresión dependerá fundamentalmente de los cuidados que reciba.
En perros con displasia de cadera, se podrán observar alguno o varios de los siguientes síntomas.
Las razas más predispuestas a sufrir de displasia de cadera son las de perros grandes y gigantes con altas tasas de crecimiento como por ej:
No obstante, también se puede presentar en otras razas.
Los cachorros nacen con caderas normales, ya que las mismas están en formación.
Si el cachorro tiene la predisposición genética y además se le suman factores ambientales como ejercicios, alimentación, etc. es posible que desarrolle displasia de cadera a medida que empieza a crecer.
Puede ir presentando alguno o varios de los siguientes síntomas:
Sin embargo, estos síntomas es muy difícil que se observen en un cachorro si no es porque se trata de una displasia de cadera grave.
De otro modo, los síntomas empiezan a evidenciarse mucho más tarde debido a la progresiva degeneración de la articulación.
El tratamiento que se aconseje dependerá del grado de gravedad de la displasia que presente y sus consecuencias sobre la articulación. Un ejemplo muy común es cuando aparecen efectos secundarios como la osteoartritis.
En casos de displasia de cadera de grado leve-moderada podemos controlar la enfermedad mediante tratamiento conservador, con alguna o varias de las siguientes recomendaciones:
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Los ejercicios en la rehabilitación son parte de la última etapa del proceso terapéutico, luego de la etapa analgésica y antiinflamatoria.
Por eso, es fundamental un seguimiento del veterinario fisioterapeuta, quien indicará el tipo de ejercicio a realizar.
Los ejercicios pueden ser pasivos o activos.
Los movimientos pasivos son ejercicios de movilización controlada.
Por ejemplo, flexión – extensión de articulaciones, movimientos suaves dentro del rango de movimiento articular.
Los ejercicios activos requieren mayor movilización, pudiendo ser asistidos por terapeuta/tutor o realizados por el animal.
Algunos ejemplos de ejercicios activos son : balanceo de cargas, cavalettis (pequeñas barras para realizar pequeños saltos), caminata controlada.
Cada ejercicio será indicado por su veterinario fisioterapeuta para cada caso en particular.
Es importante resaltar que “el movimiento es vida”. Por lo que es esencial para una buena recuperación seguir un protocolo de movimientos pasivos y masajes. Estos los puede ejecutar el mismo tutor de forma diaria, siempre bajo la supervisión de su veterinario/a.
La alimentación, en perros con displasia de cadera, es un factor muy relevante para controlar la enfermedad.
Se recomienda seguir de cerca el peso y que reciba una nutrición adecuada para el cuidado de sus articulaciones.
Ejemplos de ello son:
Las dietas naturales:
confeccionadas por un profesional veterinario especialista en nutrición.
Las dietas balanceadas:
hoy en día en el mercado se pueden encontrar varias líneas de piensos que ofrecen un cuidado especial a pacientes con problemas osteoarticulares.
En cuanto a los arneses, los recomendados son aquellos de soporte de tren posterior.
Siempre se debe buscar aquel que cumpla con 3 premisas: funcionalidad, confort y seguridad.
Funcionalidad
Que permita el libre movimiento del tren posterior, de tamaño acorde a la estructura pélvica del animal, sin presionar sobre el abdomen (comprimiendo así las vísceras, por ej. vejiga).
Aconsejamos optar por aquellos que rodean el muslo y con “manijas” a los costados de la columna para ejercer fuerza al levantarlo de manera correcta.
Comfort
De materiales adecuados, que brinden comodidad para el paciente, de fácil limpieza por encontrarse en una región que es muy probable se ensucie con frecuencia.
Seguridad
Que sea confeccionado de materiales resistentes, dando seguridad y estabilidad al perro para poder caminar.
Y al mismo tiempo seguridad al tutor/a para ejercer bien la fuerza ascendente y no perjudicar su columna. (Sobre todo en perros de gran tamaño.)
El postoperatorio es muy importante para el éxito de la cirugía.
Para ello debemos tener en cuenta lo siguiente:
A continuación compartimos algunas sugerencias.
La displasia de cadera en perros es una enfermedad hereditaria y en la que suele aparecer con mayor frecuencia en determinadas razas.
La mejor manera de darle un tratamiento eficaz a tu peludo es a través de la detección precoz.
Ofrécele cuidados como accesorios seguros, cómodos y funcionales, rehabilitación, alimentación adecuada, entre otros.
En definitiva, son algunos de los recursos que te ayudarán a darle una buena calidad de vida.
Lucía Demaldé es especialista en acupuntura veterinaria. SAA. ejerciendo la actividad privada en clínica veterinaria de pequeños animales desde el año 2012, y como Especialista en Acupuntura de pequeños animales desde el año 2018.
Julia Toscano
Maria Julia Toscano, es especialista en terapia física en pequeños animales (UBA), posgrado en fisioterapia veterinaria (SOMEVE) , Diplomado en Quiropraxia animal (AIQA). Se dedica a la atención privada como fisioterapeuta veterinaria en pequeños animales, animales no tradicionales y equinos.